Ya hace casi tres años, la señora Graciela Verón, quien según denuncias utilizaba el nombre falso de Mía González para pedir ayuda económica en distintos grupos de animaleros, alegando tener un refugio, fue añadida a una “lista de malos adoptantes”, pero con un nombre distinto.
Lali Canata, del grupo de rescate de animales Olfateando Huellas, comentó a ÚH que la foto de perfil en la red social Facebook de la señora Graciela Verón coincide con la de un perfil que ella hace como casi tres años, añadió a una lista de malos adoptantes. En realidad se trata de un grupo en Facebook, en el que se exponen perfiles de personas consideradas “malas adoptantes” por los animaleros.
"(...) a una mujer, con la misma foto de Graciela Verón, yo la venía persiguiendo porque solía pedir varios perros en adopción. Llamaba la atención porque eran 20 o 30 perros por día que pedía, principalmente de raza. Llegó un momento en que se borró y se le había metido en la lista negra de malos adoptantes, justamente porque no explicaba para qué quería tantos perros”, rememoró Canata.
Contó que Mía González apareció a mediados del año pasado comentando en un grupo en Facebook de la organización Narices Frías, que ofrecía su refugio en Guarambaré, y pedía solo un aporte inicial, para quienes querían dejarles a sus animales, de G. 100.000.
El grupo Olfateando Huellas no acudió al mencionado refugio, según dijo Canata, porque no convenció el argumento de la mujer. “Sonó a muy a utopía y varias personas le dijeron que con G. 100.000 no se hace nada (...)”, relató.
Sin embargo, personas de forma independiente sí acudieron al refugio de Mía González; una de ellas, perteneciente a su grupo. “Una persona que está en el grupo, independientemente sí recurrió a ella, no le gustó el lugar, no le gustó la forma en que estaban los animales y en menos de una semana retiró de nuevo a sus rescates y los llevó a otro lado”, indicó.
Engaño. Graciela Verón creó en Facebook el perfil de Mía González, con el cual se unió a distintos grupos de animaleros, alegando tener un “refugio y miniconsultorio” en la ciudad de Guarambaré para los peludos rescatados de las calles. Inclusive llegó a integrar grupos de rescatistas en WhatsApp.
En un grupo público de la organización Narices Frías, en la red social Facebook, se advirtió en un posteo de la presunta estafa cometida por la mujer.
Solicitaba en los distintos grupos que integraba, tanto en Facebook como en WhatsApp, ayuda económica para solventar los gastos que demandaba el cuidado de los animales que supuestamente se encontraban en su refugio. Varias personas llegaron a enviarle dinero vía giros, otras la ayudaban con donativos de alimentos y medicamentos para los animales.
Conocida. Derlys González, quien integra el grupo Patitas en Marcha, conoció a Graciela Verón como tal. Contó a ÚH que ella, junto con su marido, llegó a integrar el grupo. Relató que a ella le confiaron el caso de un perro de la raza pitbull que tenía leishmaniasis positivo. "(...) de un día para el otro ella vino y se enojó con el grupo, hizo un show de aquellos y salió. Anduvimos como dos meses detrás de ella para saber qué pasó con el perro”, dijo y añadió que pudieron dar con la veterinaria que trató al animal, donde les informaron que la mujer jamás pagó lo que adeudaba.
“Esa plata para el tratamiento del perro se les había entregado a ellos”, expresó.
Por su parte, Celeste Florentín, conocida entre los animaleros por ayudar con alimentos a refugios, indicó que también asistió al supuesto refugio de Mía González. Pero tras las denuncias, anunció que dejaría de hacerlo.