Preso por la Policía, según los testimonios de ella apareció ahorcado con la sábana, atada a la ventana. Estaba casi arrodillado y la sábana no estaba como bien puesta para causarle el ahogamiento.
Desde el comienzo la Policía habló de suicidio y cambió a los policías de mando y de guardia esa noche.
La noticia se expandió rápidamente por el Bañado Sur y una muchedumbre de bañadenses se agrupó delante de la comisaría. Pronto llegó un carro hidrante y antimotines y ante las protestas comenzaron a disparar balines de goma y a lanzar agua.
Me llama la atención la poca capacidad y autoridad que tiene la Policía para situaciones dolorosas como esta.
Han pasado seis meses. Se supone que la Fiscalía comenzó a investigar y que tras tantos meses habría una carpeta llena de documentos, además de las declaraciones de la Policía.
El día martes 16 acompañé a los padres de Israel Eliezer a la sede central del Ministerio Público, en Nuestra Señora de la Asunción, para una cita que nos dijeron estaba fijada.
Nada se consiguió. La fiscala coordinadora de las fiscalías barriales estaba de viaje. A la salida alguien nos dijo que estaba en una reunión. Frustración de unos padres que todavía lloran la muerte del hijo muerto en una comisaría en condiciones tan raras.
Leí la Constitución en el artículo 266: “El Ministerio Público representa a la sociedad ante los órganos jurisdiccionales del Estado...” A los seis meses, no logramos saber todavía en qué nos ha representado.
Hoy, en el Bañado Sur nos reuniremos delante de su casa para orar y hablar sobre este joven que perdimos, con la esperanza de tiempos mejores.