El primer ataque, registrado en el barrio Nuevo Bagdad, en el sureste de la capital y de mayoría chií, causó siete muertos y cerca de unos treinta heridos.
El terrorista detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo cerca de una oficina de Correos, donde se aglomeraba una multitud.
Un segundo suicida, también con un cinturón de explosivos, se hizo estallar frente a un concesionario para la venta de coches en el distrito suroccidental de Bayá, agregó la fuente.
Al menos seis personas perdieron la vida y otras dieciséis sufrieron heridas por esta explosión, que provocó también daños materiales en vehículos y edificios de los alrededores.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI), que proclamó un califato en junio de 2014 en las zonas bajo su control de Irak y Siria, perpetra con frecuencia atentados suicidas en Bagdad, especialmente contra chiíes.
El más grave de los últimos tiempos se registró el pasado julio en el barrio de mayoría chií de Al Karrada, donde un ataque suicida con coche bomba costó la vida a casi 300 personas.
