“Es nuestro triste deber anunciar que nuestro hijo Otto Warmbier terminó su viaje en la Tierra. Rodeado de su familia que lo ama, Otto falleció ayer, a las 14.20 (18.20 GMT) en Cincinnati (Ohio, norte)”, escribió su familia. El joven de 22 años presentaba graves lesiones cerebrales, según sus médicos.
Cuando el joven regresó a casa “era incapaz de hablar, incapaz de ver e incapaz de reaccionar a órdenes verbales. Parecía estar muy mal, muy angustiado”, según su familia.
“Aunque nunca más pudimos escuchar su voz, en una jornada su cara cambió, estaba en paz. Estaba en casa y pensamos que podía darse cuenta de ello”, agregaron sus padres Fred y Cindy.
“Los malos tratos, atroces y bárbaros, que nuestro hijo sufrió en manos de Corea del Norte nos garantizaban que no había más salida que esta que vivimos hoy”.
El presidente estadounidense Donald Trump había calificado el viernes de “verdaderamente terrible” el estado de salud del estudiante, que presentaba graves lesiones cerebrales tras más de un año de detención en Corea del Norte.
Había sido arrestado en enero del 2016 por haber intentado robar un afiche de propaganda, mientras se encontraba en Corea del Norte en el marco de un viaje organizado. La Corte Suprema de Justicia norcoreana lo condenó a 15 años de trabajos forzados.
Poco después de su detención y de su juicio –que duró menos de una hora–, en marzo del 2016, el estudiante cayó en coma por causas aún desconocidas, indicaron el jueves lo médicos que lo trataban en Cincinnati.
El tipo de lesiones neurológicas que Otto Warmbier padecía son por lo general consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
El equipo médico había desmontado la explicación brindada por el régimen norcoreano, según la cual el joven padecía botulismo. Los médicos estadounidenses no encontraron rastros de esa enfermedad. afp
