Debido a que las primeras investigaciones del hecho mencionaban que se podría tratar de un problema entre barrabravas, el familiar de la víctima quiso aclarar que su sobrino no pertenecía a ninguna barra. “Mi sobrino no pertenece a ninguna barra de ningún club. Él solo fue a ver a su equipo con su hermana y a su vuelta se encontró con dos motochorros que le cegaron la vida”, clamó el hombre, indignado. Recordó que Alan Orlando era un chico que debía dializarse permanentemente, debido a que tenía solo un riñón.
Con mucho dolor y aún no resignado por lo ocurrido, Guido denunció la inseguridad reinante actualmente en Lambaré, especialmente en la zona donde se registró el crimen de su sobrino, y pidió justicia por el joven. “Estamos minados de motoasaltantes, todos los días ocurren hechos de asaltos. Ojalá se haga algo para atrapar a los asesinos de mi sobrino”, expresó entre lágrimas.
el hecho. Alan Orlando, un joven fanático del Club Guaraní, falleció en la noche del jueves último, luego de ser herido de un tiro en la espalda por sus asaltantes. Ocurrió en el barrio San Roque, de Lambaré, sobre las calles 16 de Mayo y Centenario.
El infortunado joven volvía a su casa en compañía de su hermana y otro amigo, luego de ver y alentar a su club en el Estadio Defensores del Chaco. Al descender del colectivo ya fueron interceptados por dos motochorros. Los delincuentes, a punta de un arma de fuego, les exigieron que entregaran todas sus pertenencias. En ese momento, Alan Orlando le entregó la remera de Guaraní que llevaba puesta y acto seguido empezaron a correr. En ese momento, los malvivientes comenzaron a disparar contra ellos; uno de los proyectiles alcanzó a Alan Orlando. El chico cayó malherido frente a una vivienda y minutos después se constató su deceso en el Hospital de Trauma de Asunción.