Una madre llevaba a su hija a un hospital para unos estudios clínicos neurológicos, cuando alrededor de las 5.30 fue interceptada –camino al centro hospitalario– por un motochorro que a punta de arma de fuego la despojó de G. 150.000. El hecho se registró a la altura del kilómetro 22,5 de la ruta 1 Mariscal López, jurisdicción de Capiatá.
La víctima fue identificada como Ana Barreto. La mujer fue asaltada a dos cuadras de su casa, de donde ella salió muy temprano para llevarle a su hija hasta un hospital, ya que hace tiempo sufre de convulsiones. En la casa dejó a otros hijos pequeños.
La mujer iba por la ruta, donde fue alcanzada por un motociclista que la apuntó con un arma de fuego directamente y le pidió que le entregara todo lo que tenía consigo.
“Me dijo que a las buenas nomás le dé todas mis cosas; si no, iba a dispararme”, manifestó consternada la sacrificada madre. Ella no opuso resistencia y entregó todo lo que tenía. Los G. 150.000 eran para costear el examen médico de su pequeña hija; además, el ladrón se llevó su cartera que guardaba todos los documentos de sus hijos y de ella misma.
Según explicó la mujer, aparentemente el motochorro tenía un cómplice que venía detrás de él en otra motocicleta, por lo que miraba constantemente hacía atrás.
“Para mi desgracia, no había ninguna persona cerca para, por lo menos, pedir auxilio”, dijo casi llorosa la mujer.
En otro momento, mencionó que el presunto asaltante actuó a cara descubierta.
La mujer mencionó que su hija conocía al hombre que la asaltó.
Tras el hecho, la víctima con su hija llegó hasta la comisaría jurisdiccional, donde radicó la denuncia.
Los agentes empezaron posteriormente a realizar un rápido rastrillaje, que no obtuvo ningún resultado positivo, y no lograron capturar al asaltante que le despojó de todas sus pertenencias a la esforzada mujer.