Para el religioso, la Policía debe brindar la seguridad y no debe obstaculizar el libre ejercicio de circulación y manifestación de la gente.
“Está preocupante nuestra situación actual, por eso, como Comité de Iglesias, organizaciones sociales y de derechos humanos, estamos organizando una cumbre para luego de la Semana Santa entre todos los actores”, informó.
Al mismo tiempo ingresó al local de la Comandancia, que dista a pocos metros de la plaza donde se sitúan las carpas de la resistencia, para pedir a las autoridades a que “respeten la iniciativa ciudadana”.
Se mostró preocupado por la situación política actual que responde a la falta de renunciamiento por parte del Ejecutivo a la enmienda.
“Mientras el presidente Horacio Cartes no retire la enmienda, no habrá paz”, afirmó el obispo.
Bernardo Insaurralde, del Comité de Iglesias, dijo que “no tiene ningún sentido que la Policía esté aquí parapetada. Instamos a que se cumpla el artículo 40, del libre ejercicio a la manifestación”, mencionó.
Afirmó que si no se respeta dicha garantía constitucional, está claro “que hay una criminalización de la lucha social, y en este contexto, a los que se manifiestan contra la enmienda”.
Crisis. El momento de mayor tensión social se vivió el pasado 31 de marzo y el 1 de abril, dos días en que se concentró la violencia por parte de la Policía hacia manifestantes y que tuvo como corolario el asesinato de un joven de 25 años, Rodrigo Quintana, en el local del PLRA.