La decisión, según el comunicado, responde a que “algunas de las vicarías ya no realizan una labor pastoral dentro de la diócesis”, según resalta el estudio hecho por el Consejo Episcopal “en pos de un mejor trabajo pastoral”.
Las vicarías suprimidas son: Vicaría Episcopal para Alto Paraná, a cargo de Mons. Pedro Collar; Vicaría Episcopal para la Cultura, Vicaría Episcopal para la Misión, a cargo del padre Víctor Sequeiros; Vicaría Episcopal para la Vida Consagrada, bajo la administración del padre Silvestre Müller
Asimismo, la Vicaría Episcopal para la Catequesis, como responsable a Mons. Diego López, y finalmente la Vicaría Episcopal para las Parroquias, a cargo de Mons. Alejandro Cantero. Esta medida adoptada por Mons. Livieres se realiza después de la intervención que realizó el Vaticano en la diócesis esteña la semana pasada.