Villagra sostiene que mientras haya una duda razonable, el MNP buscará la forma de llegar hasta la verdad. Explicó, además, que Cristino Bogarín, que fue empleador de Rojas Sánchez, asegura que el hoy condenado se encontraba trabajando con él en el momento en que ocurrió el asalto por el que ahora está guardando reclusión hace ya cuatro años, en Tacumbú.
El MNP no suele tomar casos particulares, pero sostienen que el caso de Ricardo Rojas es especial, pues refleja, según ellos, el abuso del uso de la prisión preventiva.
Por su parte, la abogada de Ricardo Rojas Sánchez, Laura Villalba, se refirió a los resultados dados de la auditoría hecha por la Superintendencia de la Corte, que reveló que no existió homonimia en el proceso; sobre ello, expresó que los mismos no constituyen la última palabra y que seguirán buscando la forma de demostrar que hubo error en la condena. “Ese informe no es la palabra de la Corte. No es la última palabra; conozco casos en que informes como estos fueron errados”, manifestó.
Villalba explicó que reunirá todos los elementos para solicitar una revisión de la condena e indicó que si no logran que la Corte pueda revisar el proceso, podrían recurrir hasta la Corte Iberoamericana, para tratar de llegar a la verdad en el caso.