“Un contexto donde había malos tratos, sumados a traslados arbitrarios de algunos adolescentes a otros centros, supuestamente porque se portaban mal, sumados también a la mala administración del conflicto por parte del director Éver Díaz, incluyendo la comida, hizo que haya de alguna manera una explosión”, resumió ayer Leguizamón.
Los menores se amotinaron y quemaron sus colchones como una medida para exigir sus derechos ante los abusos perpetrados por los funcionarios y el director, ahora apartado del cargo, atendiendo a lo afirmado por el representante del MNP. El jefe de seguridad del Centro había sido destituido por algunas denuncias de torturas o malos tratos, unos días antes de registrarse el amotinamiento.
De los 10 menores que siguen su tratamiento, cuatro ya fueron dados de alta médica y se encuentran en una dependencia especial en el Centro Educativo de Itauguá. Asimismo, uno de los pacientes con quemaduras graves tuvo ayer su alta médica de la unidad de terapia intensiva, para seguir su tratamiento en sala normal informó el Ministerio de Justicia. (E.M.)