Medina explicó que el reclamo campesino tiene dos partes; por un lado, el reclamo de G. 13.400 millones que ya fueron obligados por el Ministerio de Agricultura para la compra de maquinarias, y aunque ese monto está disponible para su utilización, afrontan el inconveniente de que dos empresas concesionarias, Automaq y Kurosu, no cuentan con los tractores en stock.
“Por eso, ellos alegan que no cumplimos con el acuerdo, pero ese es un proceso que escapa a nuestro control porque no hay en stock estos tractores”, aclara Medina.
El segundo reclamo campesino tiene que ver con la firma de resoluciones por parte del Ministerio de Agricultura para la ejecución de los montos a ser destinados a los proyectos que deben ser desarrollados durante este año.
“Y nosotros les hemos explicado a los dirigentes campesinos que no podemos generar las resoluciones si no contamos con los fondos disponibles; por eso la presencia en la reunión de la ministra de Hacienda, Lea Giménez, será muy importante para que se pueda programar el desembolso de recursos”, explicó.
Medina agregó que otro punto de discordia es que la CNI pretende incluir como beneficiarios a personas que no están acreditadas como agricultores, por lo que la cartera deberá realizar un control in situ antes de otorgar los beneficios.