Las tropas de las Fuerzas Armadas estarán presentes en los estados de Amazonas, Maranhao, Ceará, Paraná y Río de Janeiro con el fin de garantizar el desarrollo de los comicios.
En Río de Janeiro la seguridad será intensificada en seis ciudades, incluida la capital homónima, después de una ola de atentados que se vivió durante la campaña electoral y que costó la vida a varios candidatos.
En el sureño estado de Paraná unos 1.500 militares acompañarán los comicios en la capital, Curitiba, en Ponta Grossa y Maringa, tras la ocupación por parte de estudiantes de cientos de escuelas para protestar contra las medidas educativas propuestas por el Gobierno del presidente, Michel Temer.
La ocupación ha obligado al Tribunal Superior Electoral (TSE) a trasladar varias sedes, ya que algunas de las escuelas servían como colegios electorales.
En Sao Luis, capital del estado de Maranhao, los militares fueron movilizados después de que fueran incendiados varios autobuses durante la celebración de la primera vuelta, el pasado 2 de octubre.
Y en Fortaleza, capital de Ceará, los jueces que solicitaron la presencia de las Fuerzas Armadas relataron ocho episodios de “excesos u omisiones por parte de la policía”.
Las elecciones del domingo se realizarán en la ciudades de más de 200.000 habitantes en las que ningún candidato obtuvo más del 50 % de los votos válidos durante la primera vuelta.
Los comicios se realizarán en un total de 57 ciudades, de las cuales 18 son capitales.
En la primera vuelta el TSE autorizo el envío de militares y policías a 467 municipios de 14 estados de Brasil.
