19 abr. 2024

microplásticos

Aunque no nos demos cuenta, comemos y bebemos microplásticos cada día hasta un total de cinco gramos a la semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito, revela un estudio
La preparación de biberones con leche de fórmula y su esterilización liberan altos niveles de microplásticos, según revela una nueva investigación que publica este lunes la revista científica británica Nature Food.
Parece una tortuga, tiene sus aletas, su cabeza, su caparazón, pero no es una tortuga. Es un dron que imita su forma, pero está lleno de cámaras de video, cables, placas solares, sensores y sistemas delicados, aunque de bajo coste para detectar microplásticos en los océanos.
Mareas que inundan los mares, pedazos diminutos que contaminan lugares remotos como el Ártico o tan cercanos como el aire que respiramos. Los microplásticos pueden encontrarse en productos como los cosméticos o los neumáticos, pero sus efectos sobre la salud no están claros.
Un grupo de investigadores de la universidad lusa de Coimbra (UC) ha detectado por primera vez restos de microplásticos en la cadena alimentaria de los pingüinos que habitan en la Antártida, un hallazgo que los expertos han calificado de “alarmante”.
Un equipo de científicos de Australia ha desarrollado pequeñísimos muelles magnéticos hechos de carbono que descomponen las partículas de plástico que contaminan las aguas de todo el mundo, según un artículo que publica este miércoles la revista Matter.
Científicos en Estados Unidos descubrieron que la concentración de microplásticos en las profundidades de la Bahía de Monterrey, frente a la costa de California, es mayor que en la superficie de la infame “Gran Mancha de Basura del Pacífico”.
Los mejillones salvajes y de criaderos de Río de Janeiro, la ciudad más emblemática de Brasil, están contaminados con microplásticos por la polución marina que resulta del manejo inadecuado de residuos, un mal que afecta al mundo entero y al que el gigante sudamericano apenas mira de reojo.
Las pruebas realizadas en más de 100 tortugas marinas de los océanos Pacífico y Atlántico, y en el mar Mediterráneo, revelaron que todas ellas tenían microplásticos en el estómago, según un estudio publicado este miércoles.
Un grupo de científicos chinos han encontrado evidencias de la presencia de “microplásticos” en el fondo oceánico en cantidades que superan incluso a las de la superficie del mar, informó este miércoles la agencia estatal de noticias Xinhua.