En el comunicado, difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Temer felicita al candidato del Partido Republicano por su victoria y subraya que Brasil y Estados Unidos “son dos grandes democracias que comparten valores y mantienen, históricamente, unas fuertes relaciones en los más diferentes ámbitos”.
Además de desearle “pleno éxito en el Gobierno de Estados Unidos”, Temer expresa su convicción de que trabajarán “juntos por estrechar todavía más los lazos de amistad y cooperación” que unen a ambos países.
Poco antes de la difusión del mensaje remitido a Trump, Temer declaró en una entrevista con la radio Itatiaia que la victoria del magnate republicano “no cambiará nada” en las relaciones entre ambos países.
“Tengo certeza de que no cambiará nada en las relaciones”, dijo Temer, quien apuntó que entre Brasil y Estados Unidos, así como con otros países, existen “relaciones institucionales, o sea, entre Estado y Estado”.
Temer no profundizó en las posibles consecuencias de la victoria de Trump, aunque admitió que “el nuevo presidente que asume deberá tener en cuenta las aspiraciones de todo el pueblo estadounidense”.
Las relaciones con Estados Unidos son una de las prioridades del Gobierno de Temer, quien asumió el poder el pasado 31 de agosto en lugar de Dilma Rousseff, destituida por supuestas irregularidades fiscales.
Los intereses de Brasil en sus relaciones con Estados Unidos, uno de sus principales socios comerciales, pasan sobre todo por esa área, pero también por la cooperación en los ámbitos de defensa y ciencia y tecnología, entre otros.
El Gobierno de Temer no se había posicionado respecto de las elecciones en Estados Unidos, aunque el ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho, manifestó la semana pasada “a título personal” su deseo de que Trump “no gane las elecciones”.
“No estoy autorizado a hablar en nombre del Gobierno de Brasil sobre ese asunto, pero como ministro y ambientalista confío en la sociedad estadounidense y en los compromisos que ha asumido”, dijo en una teleconferencia con corresponsales extranjeros.
Aludía así a la posición de Trump respecto del Acuerdo de París contra el cambio climático, sobre el cual el presidente electo dijo en su campaña que era “malo” para Estados Unidos, por lo que podría cancelar la adhesión de su país o renegociar ese tratado.
