28 mar. 2024

Miami recibe hoy a la destructiva Irma en un escenario fantasmal

AFP

Devastador.  Cubanos, acostumbrados al paso de huracanes,  miran los destrozos causados por el paso de Irma por la isla

Devastador. Cubanos, acostumbrados al paso de huracanes, miran los destrozos causados por el paso de Irma por la isla

MIAMI, EEUU

Mientras el huracán Irma azotaba Cuba tras dejar 25 muertos en el Caribe y millones de floridanos huían al norte para escapar de su furia, algunos residentes de Miami Beach que se negaron a evacuar paseaban a sus perros y salían a surfear en un escenario fantasmal.

Miami Beach –una turística isla barrera frente a Miami– estaba desierta el sábado, donde ya se levantaba el viento, los negocios estaban tapiados y ya se veían ramas caídas. El huracán debe llegar con todas sus fuerzas hoy al mediodía.

En este ambiente fantasmal, solo se veían algunos residentes tomándose selfies y un puñado de personas en la playa lluviosa. Un aventurero aprovechó la agitación del mar para correr su windsurf hasta que desapareció en la bruma.

Unos 6,3 millones de habitantes de Florida recibieron la orden de evacuar. Las autoridades alertan de posibles tornados y del peligro de marejadas que pueden superar los 4,5 metros sobre el nivel normal del mar en un estado sin elevaciones geográficas.

Un hombre sin hogar estaba sentado en un banco cercano a la playa, ajeno a los vientos y sin miedo a Irma. “Yo conozco este lugar, vivo aquí. Es mi isla. No la voy a dejar. Ya me iré a alguna parte que no se inunde”, dijo Phillip, de 39 años. Cuando se le preguntó dónde pensaba esconderse de la tormenta, señaló el banco donde estaba sentado.

Scott Abraham, un agente de bienes raíces de cerca de 40 años, estaba en una situación distinta. Vive en un quinto piso frente a la playa y piensa quedarse con su esposa y sus dos hijos. “Mi esposa odia cuando digo esto, porque parece como que no cuidáramos a nuestros hijos”, dijo, riendo. Pero tiene fe en que la tormenta seguirá desviándose hacia el oeste y bajando de categoría. “Si se inunda todo nos vamos a demorar una semana al menos en volver. No quiero eso. Mi único problema es mi perro”, añadió.