18 abr. 2024

“Mi hija no es ninguna sicópata, a ella le perjudicó su mala junta”

Por Virgilio Cáceres

Amigas.  Gisselle acompaña a su madre en uno de los encuentros, antes de su detención.

Amigas. Gisselle acompaña a su madre en uno de los encuentros, antes de su detención.

@VirgilioCceres

La familia Milea Otto, padres y hermano de Gisselle Eliana Milea Otto, reside en Atyrá. Según la madre de la homicida, Miriam Gladys Otto Reshke, todos están devastados y se encuentran sufriendo la estigmatización de parte de muchas personas por el crimen atroz por el que la joven fue condenada. Considera inocente a su hija y niega que sea una sicópata.

“Nada justifica una muerte, pero Gisselle no fue la autora principal del hecho. Duele terriblemente que digan que mi hija es una sicópata. Yo la tuve, yo la crié, y Gisselle era una niña criada en un ambiente familiar, asistiendo siempre a la iglesia, realizada actos de caridad”, señala la mujer, en un escrito redactado para desahogarse y buscar consuelo.

TRATAMIENTO. Doña Otto reconoció que su hija de pequeña recibió tratamiento con medicamentos y sicoterapia, pero nunca fue violenta. Además, le practicaron varios test sicológicos dentro y fuera del penal, “en donde jamás presentó las características de una sicópata”, según relata.

Explica también que la joven no cuenta con antecedentes y que a Isaías Raúl Torres lo conoció en los conciertos y que lo que la llevó por el camino equivocado “fueron las malas juntas”.

“Ella era una joven normal, su conducta era excelente, era muy buena alumna en toda su vida demostró que ella no es un peligro para la sociedad”, describió su madre. La misma calificó como fuera de lugar la condena de Gisselle “ya que se basaron solo en mensajes de WhatsApp, sin que haya muchas pruebas concretas”, de acuerdo a su consideración.

CONOCÍA A VÍCTIMA. “Su gran error fue alejarse de Dios, señala doña Miriam en una carta que compartió con nuestro diario. Tenía malas compañías como Raúl Torres (Isaías), quien ya conocía a la víctima. Eso se comprobó en el cruce de llamadas”, reveló.

“Le dieron supuestamente una condena ejemplar, podían condenarla por el hecho, pero no destrozarla como también a nuestra familia con comentarios que no tienen una base real, fue una condena basada en un WhatsApp. Como madre me siento pisoteada, humillada y destrozada”, manifestó, expresando su frustración.

La mujer manifestó que la condenada a 40 años de cárcel no debió recibir esa pena. “Dios quiera que alguna vez esos diez años de medida de seguridad que le dieron le vuelvan a sacar para que tenga beneficios. Ella saldría a los 68 años, ella quiere morir porque es mucho realmente, ya la mataron prácticamente. Nosotros no podemos hablar, nos quedamos golpeados por lo que pasó con ella”, refirió.