Esta es una campaña que sugiere evitar los nombres “foráneos” para que sus portadores no sufran de acoso a lo largo de su vida, o en todo caso situaciones como confusiones en contratos, trámites de registro civil, entre otras, por eventuales nombres mal escritos.
En los últimos años, y especialmente en los últimos meses, este municipio ha tenido que anotar innumerable cantidad de bebés con nombres que pueden ser considerados extravagantes, según informa Verne, un portal perteneciente a El País de Madrid.
“El municipio ha sabido de casos de bullying en las escuelas. Por eso recomendamos a los padres darles nombres que se relacionen más con la región, su cultura y su historia familiar”, dice Jannett López Márquez, representante del Municipio, quien sufrió en carne propia lo que comenta.
Desde finales del pasado mes de agosto, el registro civil hace esta sugerencia a los padres para de esta manera prevenir casos de discriminación. “Tratamos directamente con los padres en la oficina del registro. Nosotros respetamos su derecho a nombrarlos como ellos quieran. A veces hemos conseguido que cambien de nombre”, comenta López.
ESTIGMA. Nombres como Brandon, Kevin o Dylan no son tan preocupantes para el municipio como los que provienen del mundo de la farándula, como por ejemplo Michael Jackson. “También queremos evitar que los nombres sean muy complicados de pronunciar y que los padres sepan bien sus significados”, explica, según reproduce el portal Subrayado de Uruguay.
Para la funcionaria, México tiene la desgracia de que existe la idea de que hay nombres de pobres, como Lupita o Juan, y que para salir de una situación de pobreza es necesario deshacerse de ese “estigma social”.
Pero esto no termina allí, ya que para Jannette Reyes se trata de un asunto serio y que habría que ir más allá de las sugerencias.
“Es necesaria la creación de una política desde el Gobierno federal para reforzar la cultura mexicana y el orgullo por las raíces mexicanas y así contrarrestar la gran influencia proveniente de Estados Unidos”, refirió.