El economista, que actualmente lidera la Iniciativa de Paridad de Género del BID, dijo en una entrevista con Efe en Santiago de Chile que el proyecto “no sólo trata de un tema de justicia y de igualdad de género sino también sobre los importantes impactos macroeconómicos que comportará”.
Esto, en el marco del lanzamiento este martes de la iniciativa en Chile, que se convertirá así en el primer país de América Latina en adoptar medidas concretas para cerrar la brecha de género.
“No se trata de un compromiso abstracto sino de medidas bien concretas que buscan mejorar la participación laboral de las mujeres, reducir las brechas salariales y atacar las barreras de ascenso que enfrentan las mujeres en las empresas”, explicó el experto.
Un estudio del BID junto con el Banco Mundial realizado hace 15 años demostró que “si la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral chileno subiera al promedio de América Latina, la pobreza extrema bajaría en un 50 %".
“Una mayor participación de las mujeres mejoraría la productividad y las utilidades de las empresas. Es un ‘win win’”, declaró Morrison.
En 1990 sólo el 31 % de las mujeres chilenas participaban del mercado laboral del país, que en ese entonces tenía la tasa más baja de toda América Latina.
Desde entonces, unos 2,4 millones de mujeres han ingresado al mercado laboral de Chile y su participación ha aumentado hasta alcanzar el 48 %.
El incremento de 17 puntos porcentuales es, según Morrison, “una buena noticia”, sin embargo, sigue siendo una de las tasa más bajas de América Latina y el Caribe y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
De los 34 países que conforman la OCDE, Chile ostenta la octava posición más baja en términos de participación femenina y tiene una de las peores posiciones en cuanto a brecha salarial, según el Índice Global de la Brecha de Género 2016 que lanza el Foro Económico Mundial.
Asimismo, el país sudamericano es uno de los países del mundo con menos oportunidades económicas para las mujeres y ocupa la posición 109 de un total de 144 países.
El objetivo de la iniciativa lanzada por el BID y el Foro Económico Mundial es “disminuir la brecha de participación y salarial así como impulsar el ascenso de las mujeres en los puestos de poder”.
“Quiero enfatizar que la iniciativa no es una declaración de buenas intenciones ni algo abstracto”, señaló Morrison.
Entre las medidas concretas que se empezarán a implantar a partir de este martes destacan la capacitación de los departamentos de recursos humanos y la construcción de una red de empresas comprometidas con la iniciativa.
Con el objetivo de reducir las brechas salariales, se establecerá “una mesa de trabajo del sector público y privado para estandarizar una metodología para la medición de la desigualdad”.
El proyecto también cuenta con distintas iniciativas para la promoción de la equidad de género en procesos de selección de altos cargos y directivos.
Finalmente se trabajará con las empresas cazatalentos para concienciarlas sobre los impactos positivos que comporta para las empresas una mayor diversidad en los directorios.
“Hay evidencias empíricas de que empresas más diversas tienen retornos al capital más altos que empresas no tan diversas. Esto se tiene que saber”, concluyó el economista.
Este martes se lanzó en Chile el “Grupo de Trabajo para la Paridad de Género”, actividad que fue encabezada por el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
