La doctora Elisa Zárate contó el suceso ocurrido en el hospital cuando Diego Zelaya, hermano de un paciente con dolores agudos en el abdomen, exigió que trasladen al asegurado al Hospital Central para someterse a una cirugía.
Zárate dijo a radio Monumental 1080 AM que Zelaya comenzó a gritar desde que ingresó al lugar. “Entró patoteando, porque es un patotero”, expresó.
Explicó que Darío Zelaya ni siquiera era su paciente sino del doctor Ibáñez y, sin embargo, los familiares le exigían que agilice los trámites para su traslado al Hospital Central del IPS. Dijo que el protocolo indica que se deben tener los análisis laboratoriales para entregar al cirujano que lo atienda posteriormente. Además, en la sede de Luque, el IPS no contaba en ese momento con una ambulancia disponible y se debía aguardar turno.
El paciente gritaba de dolor, pero la doctora le aclaró que no podía suministrarle medicamentos que lo calmen porque el dolor justamente es signo de que necesitaba una cirugía, y así debía llegar a la Central. De lo contrario corría el riesgo de que no lo operaran, manifestó.
Acusó de que el hermano le trató mal a ella y a otros profesionales. “Ahora, ahora quiero que le mandes a la Central”, había gritado Zelaya, relató.
La tercera vez que le reclamó, entró con el teléfono celular filmando, lo que le molestó a Zárate, quien sintió el hecho como una agresión, ya que considera que no estaba haciendo ningún ilícito. “Luego se encargó de poner mi imagen en un circo montado”, lamentó.
Por día la doctora atiende entre 90 a 100 pacientes. Completa 24 horas trabajadas por semana en dos días y percibe un salario de G. 4.000.000.
Finalmente, el paciente fue operado en la Central pero tuvo que ser trasladado en un vehículo particular por falta de ambulancias.