Para el gran retorno de Honda a la Fórmula 1, 25 años después del dominio del francés Alain Prost y del brasileño Ayrton Senna en los años 80, con los monoplazas rojos y blancos, el equipo de Ron Dennis curiosamente ha conservado el color gris como predominante, fruto de una alianza de 20 años con Mercedes.
Solo algunas líneas rojas recuerdan la época dorada de las grandes victorias del tándem Prost-Senna.