Mayo se asocia a las protestas estudiantiles. Quizás el más conocido de los mayos sea el francés de 1968, aunque en aquel mismo mes hubo protestas en Alemania y en España, y el movimiento contestatario, antes y después de aquel mayo, se dio en Estados Unidos, Japón, Brasil y otros países. Al Paraguay llegó en junio de 1969, con la visita oficial de Nelson Rockefeller, quien declaró: en quince años de gobierno, el presidente Stroessner ha hecho más que todos los presidentes paraguayos anteriores. El estudiantado lo repudió.
Rockefeller expresaba la versión oficial: el Paraguay era una maravilla. Ya lo había dicho el Fondo Monetario Internacional (FMI) diez años atrás, y su elogio se debía a que Stroessner fue uno de los primeros en imponer las directivas del FMI, resistidas por los paraguayos, mar de fondo en las protestas de mayo de 1959, comenzadas con la suba del pasaje de ómnibus de tres a cinco guaraníes. Sin embargo, detrás del pasaje estaba el descontento con la política económica de Stroessner. Aquella fue una de las primeras revueltas contra el FMI, dice el historiador Andrew Nickson.
En realidad, el malestar ya se había visto en agosto de 1958, con la huelga general organizada por la CPT, colorada pero disidente. La represión sometió a la CPT, pero no terminó con el descontento, que volvió a manifestarse en 1959, liderado por los estudiantes del Colegio Nacional de la Capital; más concretamente, por el Centro 23 de Octubre del Nacional, cuya directiva era colorada.
El Centro 23 de Octubre organizó una manifestación de protesta por la suba del pasaje, en la Plaza Italia, el jueves 28 de mayo de 1959; ni bien comenzó a cantarse el himno, intervino la Policía golpeando a los manifestantes y a quienes pasaban por ahí, incluyendo a los diputados Miguel A. González Casabianca y Fulgencio Aldana. El viernes 29 por la tarde, en Mariscal Estigarribia e Iturbe, comenzaron a congregarse estudiantes de la Escuela de Comercio, el Nacional de Niñas, Nacional (de varones) y de otros colegios (en aquella cuadra estaban también las facultades de Química, Derecho y Filosofía); para la noche, eran varios miles de jóvenes. El sábado 30, manifestación y represión cerca del Panteón de los Héroes.
La Cámara de Diputados (entonces había una sola Cámara) repudió el procedimiento policial contra la ciudadanía y contra sus fueros parlamentarios. Stroessner la disolvió y persiguió a parlamentarios, la contestación se mantuvo en los colegios y facultades por varias semanas. Estudiantes del interior se solidarizaron con los asuncenos, sometidos a la violenta represión que mató al joven Víctor Miranda.
Por su parte, el diario stronista Patria publicaba el elogio del FMI a Stroessner (6/8/59) y el homenaje de la Feprinco al susodicho (14/8/59). Era la historia oficial. La historia real es diferente, como lo atestiguan los veteranos del 59 Santiago Maldonado y Joaquín Irún, y merece conocerse mejor. La historia oficial no ha cambiado: para la CNN, un avatar refinado de Patria, el Paraguay de hoy es un milagro (http://www.ultimahora.com/cnn-destaca-el-milagro-paraguayo-n939113.html).
Para el común de los paraguayos, el milagro es sobrevivir precariamente, pero su opinión no se toma en cuenta.