El conferencista agradeció el cariño recibido de los jóvenes y sostuvo que fue la mejor que ha tenido luego de las reuniones que mantuvo los días anteriores con empresarios, autoridades nacionales, medios y del sector religioso.
Maxwell rápidamente se ganó a la platea al arrancar con el “ro hayhu” (te quiero) y luego interactuar con su magnetismo peculiar.
Indicó que se sentía muy emocionado por estar compartiendo la noche con el futuro del Paraguay. “El futuro del Paraguay es maravilloso”, expresó.
Presentó a sus entrenadores locales Bruno Fiore y Gabriela Teasdale, entre otros, de Transformación Paraguay, de quienes resaltó el gran trabajo que vienen haciendo en la formación de líderes en nuestro país.
“Estas personas aman a su país, enseñan liderazgo y ayudan a los jóvenes a cambiar el Paraguay”, sentenció.
Pausadamente, Maxwell fue desarrollando su conferencia a través de un intercambio fluido con los jóvenes.
Sostuvo que la primera palabra que se plantea en el proceso hacia el liderazgo es la transformación, que debe empezar por uno mismo.
“La transformación comienza por mí, para luego agregar valor a las personas”, subrayó.
Seguidamente, fue aclamado cuando manifestó que en el estadio se encontraban miles de jóvenes que realmente quieren hacer la diferencia.
Pidió a los presentes tomar nota sobre las acciones a seguir y que fundamentalmente tiene como base cambiar y empezar por la transformación personal.
Mencionó que la primera es el éxito, para lo cual se debe definir el propósito en la vida.
Remarcó que en esta etapa, una vez definido el propósito, entra a marcar protagonismo la pasión con la cual uno encara sus actos para llegar al objetivo y poder luego agregar valor a sus vidas y también a otras personas.
