Endiosamos lo que nos gusta, nos da placer, aumenta nuestras ganancias. Por supuesto que estos aumentos son muy desiguales. En los ricos son millones en dólares y en los pobres unos miles en guaraníes. Hacemos desaparecer a los que ponen en peligro nuestro poder o nuestros caprichos.
Vivimos en una sociedad confusa. ¿Acertamos al decidirnos?
Lo que cuenta Mateo sobre los Reyes Magos que visitaron al Niños Jesús pone un poco de orden en este desbarajuste.
Lo que buscan los Reyes Magos está claro. Y se pusieron a caminar hasta encontrarlo. Se dejan guiar por una estrella. Saben que ha nacido un Niño que es el Rey de los Judíos y marchan a su encuentro sin dudarlo. La estrella en ocasiones desaparece, pero ellos la buscan hasta encontrarla. En ella hay simbolizado un valor superior que les ha ganado el corazón.
El rey Herodes se mueve en otras coordenadas. Es dueño del poder económico y político. Ha tenido que destruir varias conspiraciones. Y ahora aparecen unos extranjeros que inocentemente preguntan a todos sobre donde está el nacido Rey de los Judíos. ¡Pero, si él es el rey desde hace años!
Y con astucia pide a los Reyes Magos para que le digan dónde está ese niño cuando lo encuentren, porque él también quiere ir a... matarlo, como luego haría rabioso con centenares de niños inocentes. Los Reyes Magos, adoraron al Niño Jesús y se libraron de Herodes.
Hay guerras en el Medio Oriente y todo se camufla para que quede oculto para saber quiénes son sus instigadores.
En Paraguay se dice por el Gobierno que es una nación que progresa como pocas en el mundo. Pero gran parte de sus habitantes tienen hambre.
Vivimos en una sociedad confusa. ¿Sabemos decidir como hicieron los Magos?