19 mar. 2024

¿Más, pero peor?

Dr. Ricardo Rodríguez Silvero

Somos más, vivimos con mayor esperanza de vida al nacer, pero menos saludablemente, y una parte considerable de la población vive en pobreza. Para entender mejor esta aseveración, hay que explicarla.

POBLACIÓN AUMENTA 1,3% ANUALMENTE. En Paraguay de hoy en día ya somos alrededor de 7 millones de habitantes. El crecimiento poblacional se sitúa en 1,3% anual acumulativo. Nuestra expectativa de vida ha aumentado a 73 años en promedio, con mayor longevidad en favor de las mujeres. Los estratos superiores de la pirámide demográfica pueden darse el lujo de comer bien y a su antojo, en términos más diferenciados en variedades de comidas y bebidas, pero no saludablemente. Algo similar puede decirse de la parte superior de la clase media. Pero los estratos inferiores a ella, los más bajos, no han podido salir de la pobreza. Les va peor a los desempleados sin chance de conseguir trabajo: permanecen en la miseria, definida como no tener lo suficiente para comer diariamente.

CRECIMIENTO EN PAUPERIZACIÓN. Eso es compatible con altas tasas de crecimiento porque el tipo de desarrollo vigente en el país margina y empobrece. Es lo que suele llamarse crecimiento desigual. La inequidad no solamente no disminuye, sino que aumenta. Además, las políticas públicas no están concebidas para incorporar a esa parte importante de la población, en pobreza, a los beneficios del progreso económico y social. Por eso suele decirse que nuestros gobiernos no tienen rostro social. Habría que completar eso: tampoco tienen rostro ecológico. Nuestro ambiente es mantenido en caos.

DE LOS MÁS DESIGUALES EN EL MUNDO. Algo comparable ocurre en el resto de América Latina y el Caribe (ALC). Desde Río Grande hasta Tierra del Fuego, incluyendo a las Antillas, esta parte gigantesca del continente es presentada frecuentemente como la de mayor desigualdad en el mundo. Probablemente, esto sea exagerado. Es posible que África negra la supere. Siendo ALC uno de los más desiguales, lo malo es que Paraguay así como otros países o subregiones de países son los más desiguales en el continente.

POCA CHANCE DE QUE PARAGUAY ERRADIQUE LA MISERIA. Las probabilidades de que Paraguay supere esa desigualdad, en términos de disminución sustancial de pobreza y miseria, son reducidas porque los estratos dominantes están más interesados en consolidar su predominio en bienestar y riqueza que en distribuirlos hacia los más pobres. Ni las políticas públicas, expresión de dicho poderío excluyente, ni los estratos excluidos están en condiciones de revertir dicha situación. Y lo demuestran reiteradamente hasta el hartazgo.

ACTITUDES ILEGALES POR PERMANECER EN EL PODER. En los últimos años hemos sido testigos de cuánta manipulación aviesa del orden institucional y cuánta actitud inconstitucional están dispuestos a poner en práctica los estratos dominantes con sus líderes político-partidarios de turno para mantener en su beneficio esa deformación estructural, conducente a crecimiento con pauperización: mayor concentración de riqueza en los estratos encumbrados y mayor concentración de pobreza en los bajos.

VIVIMOS MÁS PERO MENOS SALUDABLEMENTE. A propósito de estas reflexiones, pero con énfasis en hábitos insanos, ha aparecido recientemente una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo, proveniente de su División de Protección Social y Salud, denominada “Vivimos más, pero somos menos saludables. Cómo lo enfrentamos”, de Pablo Ibarrarán: https://blogs.iadb.org/salud/ 2017/08/14/ vivimos-mas-pero-somos-menos-saludables/ . Nos demuestra, en este contexto, cuán importante es comer mejor, para algunos. Mientras para otros, cuán importante es conseguir un puesto de trabajo para tener qué comer diariamente.

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