Comparte cartel con el veterano Sheen, de origen español, otro debutante y hermano del director puertorriqueño, Lucas Quintana, quien dijo en una entrevista con Efe en Miami que “The Wessel” es una película “espiritual”, una cinta “de fe, amor y lamento”.
Y todo ello expresado de manera contenida, sin verbalizar el dolor que siente un pueblo desolado cuando un día una gran ola se lleva a los niños y al maestro de una pequeña escuela situada frente al mar.
“Los silencios y esas miradas lo dicen todo, los gestos son más poderosos que las palabras”, dijo Lucas, que se convierte en la “esperanza” de sus vecinos al revivir tras un ahogamiento, lo que consideran una “señal”, sobretodo cuando sin saber por qué comienza a construir una embarcación con los restos que quedó de la escuela.
Leo, su personaje, con la ayuda del padre Douglas, interpretado por Sheen, se convierte en una especie de “profeta que les ayuda a superar la pérdida de los niños del pueblo”, drama que empuja a esa localidad a rechazar la posibilidad de que nazcan nuevas criaturas como señal extrema de duelo.
Lucas, de 27 años y que hasta la fecha apenas había trabajado en cortometrajes, varios de ellos dirigidos por Julio, dijo que Sheen, de 76 años, le animó a dar fuerza a Leo a través de la contención y con ello, dejó a un lado ese “miedo” que, en ocasiones, sienten algunos actores “ante la falta de diálogos”.
Reconoció sus “nervios” al saber que iba a trabajar al lado de Sheen, aunque en pocas horas esa inquietud quedó en nada al disfrutar de la “humildad” del veterano.
Además de conocer a una “linda” persona, del que fuera capitán Benjamin L. Willard en “Apocalypse Now” (1979) y presidente Jed Bartlet en la serie “The West Wing” (1999-2006), Lucas recibió consejos y cumplidos, como que tiene “muy buena presencia en cámara”, contó.
Explicó Lucas que esa intensidad de “The Wessel” es propia de su hermano, al que le encanta el “drama” interno y silencioso que se ve en películas de directores como el mexicano Alejandro González Iñárritu y el español Pedro Almodóvar.
Y es que Julio, que ha trabajado con el oscarizado director de fotografía mexicano Emmanuel “Chivo” Lubezki (“Gravity”, “The Revenant” y “Birdman”), firmó también el guión de esta película, rodada en 2013 íntegramente en dos idiomas, inglés y español.
Tras buscar localizaciones, incluido en España, el deprimido barrio de La Perla, en San Juan, fue el escenario elegido para el rodaje y por sus características se convirtió en un personaje más de la cinta.
“La Perla tiene una manera de provocar en uno un sentimiento de melancolía; es otro mundo, muy misterioso”, explicó el actor, que consideró “perfecto” para la película el hecho de que parezca que ha pasado un “tsunami” por este barrio con “mucha personalidad”.
Las “conexiones” con Malick (“Badlands”, “The Thin Red Line” y “The Tree of Life”), con el que había trabajado en el pasado en varios proyectos, permitieron al joven director, de 34 años, poder contar para esta película de bajo presupuesto con una estrella como Sheen.
Malick confía mucho en el “potencial y talento” de Julio y tras recibir el guión que había escrito el boricua le propuso el papel de coprotagonista a Sheen, dijo Lucas.
A pesar de esta experiencia, el actor prefiere centrarse en su “pasión más grande”, sus estudios en el Conservatorio de Música de Puerto Rico y componer temas para un disco que, espera, sonará a jazz latino y ritmos cubanos.
Y quiere aprovechar el empuje que le puede dar “The Wessel” para lograr fondos para grabar un disco y, quién sabe, quizás salir de gira para presentarlo.
Si en el cine, Lucas tiene como referencias clásicas como el director Martin Scorsese y actores como Al Pacino, Paul Newman o Marlon Brando en la música se decanta también por artistas de otras generaciones como Chucho Valdés, Bebo Valdés o Michel Camilo.
Álvaro Blanco
