Pasar horas mirando la tablet o el teléfono inteligente con la posición de la cabeza hacia abajo genera los dolores que en casos graves se complican con inflamaciones en los nódulos, explicó el doctor José Mario Capello, jefe de Cátedra y Servicio de Traumatología del Hospital de Clínicas.
“Cuando uno tiene la cabeza erguida, la cabeza se mantiene por el tronco y ahí no funciona ningún músculo, pero cuando inclinamos la cabeza para adelante, el cerebro tiene la noción de que la cabeza se va a caer, ahí actúan los músculos dorsales y posteriores”.
Estar mucho tiempo con la cabeza agachada, contractura los músculos y deriva en una inflamación. “Los músculos posteriores trabajan y cuando se reincorporan parece que tenés todo duro el cuello, está contracturado”. La “posición viciosa” lleva a la contractura que produce nódulos inflamatorios. “Eso después se cronifica y queda ahí”, explicó el doctor Capello al tiempo de instar a la consulta para un tratamiento.
No a la automedicación, instó. En ese caso citó a adultos y jóvenes que optan por automedicarse ingiriendo antiinflamatorios que solo actúan como analgésicos. “Cuando deja de tomar le sigue doliendo. En ese caso hay que hacer un tratamiento”. En los niños y jóvenes el dolor se presenta como una contractura crónica, en cambio en los adultos de 50 años empieza la artrosis y degeneración del disco.
Usar los dispositivos móviles sentados y agachando la cabeza tiene sus efectos negativos en el músculo cervical, también si se usa en la cama y se dobla el tronco afecta la parte dorsal. “Los ligamentos también se estiran y se inflaman adoptando la mala postura. Son dolores de parte blanda, ligamentarios”. Un plan de rehabilitación, educación postural, kinesiología y fisioterapia es el tratamiento para pacientes crónicos.
Recomendaciones. Se insta a tener buena postura durante el uso para prevenir dolores. Sentarse adecuadamente en una silla, tener la postura y el cuello erguido. La tablet debe estar en frente, en una mesa. El doctor Capello señaló que en consultorio atiende con frecuencia a niños y jóvenes con contractura crónica por la mala postura que adoptan durante el uso de los dispositivos.