Con el fallecimiento de un joven de 15 años en una manifestación se igualó el número de muertos que dejaron las movilizaciones contra Maduro entre febrero y mayo de 2014, convirtiéndose las actuales protestas en las más trágicas de los años recientes en Venezuela.
Entre martes y ayer, decenas de comercios fueron saqueados y dos estaciones de policía y un destacamento militar atacados con bombas incendiarias en Táchira (frontera oeste con Colombia), donde muchos negocios permanecían cerrados por temor a nuevos actos vandálicos. “He ordenado el traslado de 2.000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales”, anunció el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.
Focos de violencia también ocurren en otras ciudades y localidades como Maracay (norte) -donde supuestamente hay 6 heridos de bala- y en San Antonio de Los Altos, periferia de Caracas.
“No son manifestaciones. Es un accionar subversivo para desestabilizar al gobierno, que está rayando en la fase de insurgencia armada”, dijo Padrino López. Y advirtió a los opositores: “No se equivoquen porque ya estamos cansados”. afp