Virginia Aguilar, madre de Jennifer, adelantó ante los medios que se inscribirá como donante apenas su hija consiga el alta. “Era una promesa que hice”, manifestó.
Luego de que la niña fue beneficiada con el acto de amor, Aguilar entendió la importancia de la donación de órganos, ya que “salva vidas”. Anteriormente, indicó que “no tenía idea”. Su hija estuvo esperando siete meses un donante.
Recordó que cuando le comentó que apareció uno “ella lloró porque tenía miedo, pero también de la emoción”. La intervención fue un éxito y hasta la mañana de este martes Jennifer estaba evolucionando favorablemente. Ya abrió los ojos y apretó las manos de sus padres.
Por otro lado, con respecto a la familia que donó los órganos, el padre de Jennifer sostuvo que aún no habló con ellos, más que nada por “respeto al dolor ajeno”. Entiende que la familia no está pasando por el mejor momento. “Más adelante puede ser”, manifestó.