La primera reunión entre los dos mandatarios desde que Macron llegó al poder dio otra oportunidad al francés de demostrar sus dotes diplomáticos tras su primer encuentro la semana pasada con el presidente Donald Trump, sellado con un muy firme apretón de manos. En esta ocasión, el saludo fue más afable, pero los 2 líderes mantuvieron un tono cauteloso ante la prensa al término de una hora de reunión, organizada coincidiendo con el 300 aniversario de la visita a Versalles del zar Pedro el Grande. Putin admitió diferencias de opinión durante la conversación, que versó, entre otros temas, sobre los conflictos de Siria y Ucrania. Insistió en que las relaciones franco-rusas resisten a todos los puntos de fricción. “Discrepamos en un número de cuestiones, pero al menos hablamos de ellas”, declaró Macron. “Nuestra prioridad absoluta es la lucha contra el terrorismo y la erradicación de grupos terroristas y en particular Daesh”, afirmó, refiriéndose al grupo yihadista Estado Islámico.
El recientemente elegido presidente expresó su deseo de reforzar la cooperación con Rusia en Siria, uno de los puntos de fricción en las relaciones entre los países occidentales y Moscú, que respalda al presidente Bashar al Asad. Macron se pronunció así a favor de una transición democrática que preserve al Estado sirio, asegurando que los “Estados fallidos” en Medio Oriente siempre incrementaron el riesgo de ataques extremistas en Occidente. Pero, en lo que pareció ser una advertencia a Asad y Rusia, aseguró que el uso de armas químicas en Siria es una línea roja muy clara para él y que, de ocurrir, provocaría una “respuesta inmediata de Francia”. AFP