EFE
“Vamos a gobernar a partir de 2015 y vamos a transformar a Argentina en el país más demandado de los próximos diez años”. Ese fue el mensaje principal que transmitió a sus interlocutores, según explicó en un encuentro con la prensa en Nueva York.
Macri reconoció que en el exterior “hay mucha gente preocupada por Argentina y otra que se cansó”, de ahí que el gran desafío sea convencer a la gente de que su país “va a arrancar”, y no solo eso, sino que lo hará “con ellos o sin ellos”.
Para ello, el candidato conservador a la presidencia abogó por generar espacios para la inversión a partir de “reglas claras y estables en el tiempo”, con un modelo político y económico diferente en el que las instituciones sean la prioridad.
De ahí que algunos de sus primeros pasos como presidente serían comprometerse con la institucionalidad, y tener un Banco Central y una justicia independiente y volver a tener organismos de control “profesionalizados y no politizados”.
Según Macri, los inversores con los que se reunió coincidieron en que los fundamentos están bien, con un sector agrícola “competitivo”, el país es líder en innovación y creatividad y puede jugar un “papel importante” en la industria energética gracias a Vaca Muerta.
“Intenté entusiasmar a algunos de que las cosas van a cambiar en Argentina. Creo que sorprendí a todos y entusiasmé a otros”, dijo el alcalde, quien se mostró “optimista” y aseguró que se está empezando a producir un “cambio profundo” en su país.
Macri tiene claro lo que tiene que hacer el país para recuperar su espacio en la comunidad internacional, y es que Argentina se sume “al eje positivo” en América Latina y vaya por el camino de Chile, Uruguay, Paraguay, Perú o Colombia.
“Argentina tiene un lugar importante a cubrir en el concierto de naciones, y si renovamos la política en gente y en valores, lo vamos a lograr”, añadió Macri, tras un almuerzo privado en el Consejo de las Américas con unos cuarenta empresarios.
El alcalde explicó que los inversores preguntaron mucho por la transición en su país, a lo que les respondió que en estos momentos hay un Gobierno que ha tomado nota de que tiene que corregir muchas cosas en las que se equivocó y que lo está haciendo.
“El problema no es la devaluación, es la inflación (...) porque está corrompiendo a la sociedad argentina y destruye empleo”, subrayó Macri, quien defendió para ello independizar el Banco Central y más austeridad “para no estafar a los ciudadanos”.
Preguntado por la reciente rebaja de Moody’s al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el alcalde dijo sentir “mucha bronca” porque su administración lo está haciendo todo bien y les “castigan” por la existencia de “roñas políticas” del gobierno nacional.
Y sobre la posibilidad de volver a privatizar empresas en caso de ganar las elecciones, el candidato conservador dijo que solo justificaría estatizar o privatizar si eso garantiza un mejor servicio a la gente.
Por último, Macri explicó que tuvo ocasión de conversar ayer con Hillary Clinton durante el homenaje que le ofreció el Congreso Judío Americano a la exsecretaria de Estado, quien le transmitió que estaba “muy impresionada” por el Papa Francisco.
