“Me alegro de que se haya terminado”, expresó el mandatario durante una conferencia de prensa en la localidad de Paraná, en la provincia de Entre Ríos (al norte del país).
El pasado 17 de abril, el juez federal Sebastián Casanello anunció que descartaba la hipótesis de lavado de activos y declaró su incompetencia para seguir interviniendo en la causa.
Es así que remitió la parte del expediente que investiga la presunta “omisión maliciosa” de consignar datos de esas empresas en la declaración jurada patrimonial a un juzgado de instrucción para que estudie “un posible remanente impositivo”.
“Ya el primer día dije que no había ningún delito en lo que se me endilgaba... que no tenía vínculos comerciales con esas sociedades”, dijo hoy Macri, quien recalcó que no había sido accionista, ni recibido ningún ingreso de esas sociedades, razón por la que “no tenía por que haberlas declarado”.
“Con lo cual no hubo declaración maliciosa ni lavado de dinero”, sentenció.
Casanello aclaró que en relación a los papeles de Panamá ahora sólo queda esperar las conclusiones a que podría llegar el Fisco en función de las investigaciones que puso en marcha para saber si se cometió alguna otra irregularidad tributaria.
La filtración periodística de documentos del gabinete de abogados panameños Mossack Fonseca reveló en abril de 2016 que el jefe de Estado figuraba, según esos papeles, como miembro directivo de Kagemusha, inscrita en Panamá, y Fleg Trading Ltd, registrada en Bahamas.
Tras esa filtración, que relaciona a políticos y empresarios de todo el mundo con empresas opacas en paraísos fiscales, un diputado opositor del Frente para la Victoria (sector kirchnerista dentro del peronismo) presentó una denuncia a la que hizo lugar el fiscal Federico Delgado y recayó sobre Casanello.
En ese momento, la Presidencia aclaró que Fleg Trading fue creada por el padre del jefe de Estado, el empresario Franco Macri, para realizar una inversión en Brasil que finalmente no se llevó a cabo.
“Yo como presidente electo llevé todos mis papeles (a la Justicia), no me enojé y dije acá están... estoy tranquilo porque las cosas están como corresponden”, confesó el mandatario este miércoles.
Sin embargo, remarcó que la Justicia “tiene que actuar en tiempos más rápidos, porque si no las cosas se dilatan demasiado”.
Una tarea que consideró que “es parte del desafío” de todos, que la Justicia “actúe de forma independiente”, como asegura que lo hizo en esta causa que le afecta.
“Lo que tiene que terminarse en Argentina es la impunidad. No queremos más comportamientos mafiosos. No queremos más gente que se crea dueña de Argentina. Todos tenemos que cumplir con la ley”, subrayó Macri, quien llegó al poder en diciembre de 2015 tras 12 años de Gobiernos kirchneristas.
En el ámbito judicial, Macri, que habló hoy ante la prensa tras recorrer una fábrica de envases plásticos y un laboratorio, se refirió al crimen de la joven entrerriana Micaela García, cuyo principal sospechoso, Sebastián Wagner, previamente condenado a prisión por dos casos de violación, estaba fuera de la cárcel gracias a que un juez le había concedido el beneficio de la libertad condicional.
“A mí me desespera ya hace años... esto se ha repetido muchísimas veces. Historias de personas que delinquen, agreden... que cometen delitos tremendos que al poco tiempo están de vuelta en la calle apelando a artilugios que no se entiende”, dijo el presidente.
“No se entiende por qué los juicios se han ido cayendo, por suerte no todos, y se transformen las cárceles en puertas giratorias”, criticó.
Es por ello que defendió el proyecto de ley que ya tramita el Congreso con el que se busca “que se cumplan las condenas de forma efectiva”.
“Un juez tiene muchísimo poder y tiene que hacerse responsable de ese poder que les damos la comunidad (...) tiene que ser utilizado para cuidar a los argentinos”, concluyó.