EFE
BUENOS AIRES - ARGENTINA
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pronunció ayer un optimista discurso de apertura del año legislativo en el que pidió a sus afines y adversarios que abran su mente y corazón y piensen que lo que propone es en absoluta “buena fe” y funciona, porque ya pasó lo peor y el país está creciendo.
Por tercera vez desde que asumió su mandato en diciembre de 2015, el jefe de Estado encabezó la apertura anual de las sesiones ordinarias del Congreso, que sirve para repasar el estado del país y marcar los nuevos retos del Ejecutivo.
Macri llegó a un Parlamento cercado por una fuerte seguridad, en cuyos alrededores solo se advirtió a un grupo de medio centenar de personas protestando contra el proyecto que busca despenalizar el aborto.
Ya dentro, aguardaban al mandatario los legisladores oficialistas y de la oposición y las más altas autoridades del Estado. “Algunos nos critican por ir demasiado lento y otros por ir demasiado rápido. Los primeros piden un shock de ajuste, pero les digo que vinimos a luchar contra la pobreza y que ningún argentino pase hambre”, sentenció Macri en su discurso.
Con vehemencia, y a los que piden que nada cambie, espetó que si nada hubiese cambiado, tras los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández (2007-2015), Argentina estaría como otro país hermano que está en una desintegración social, en clara referencia a Venezuela. “Por eso elegimos el camino del cambio con gradualismo, en el que todos los argentinos estemos unidos por el esfuerzo”, aseveró Macri, que agradeció a todos los argentinos por comprender que este es un esfuerzo que se hace trabajando juntos. Seguro de que la inflación, uno de los principales problemas del país, está bajando —cerró 2017 en 24,8%—, apostó por que nunca más sea un instrumento de la política y reiteró que el país no puede gastar más de lo que tiene. “Tenemos metas para bajar la inflación y reducir el déficit fiscal, y como las vamos a cumplir vamos a dejar de endeudarnos y se van a multiplicar las inversiones en un país confiable”, remarcó el presidente.