La instauración del quinto proceso contra el ex presidente, uno de los líderes políticos con mayor popularidad en Brasil, fue anunciada en vísperas de que, este martes, el Poder Judicial inicie un receso que se prolongará hasta comienzos de febrero, con lo que todos los juicios quedarán pendientes para el año próximo.
En este nuevo caso, la denuncia formulada por la Fiscalía está centrada en supuestos fraudes en la adquisición de un terreno para el instituto fundado por el ex mandatario y de un ático vecino a su residencia particular, en la ciudad de Sao Bernardo do Campo.
Lula ya respondía en calidad de procesado en otros cuatro juicios por supuesta corrupción, el último de los cuales fue instaurado el pasado viernes por un juez de Brasilia, bajo los cargos de tráfico de influencias, lavado de dinero y asociación para delinquir.
Ese proceso se refiere a supuestos sobornos que habría recibido Lula de empresas del sector automotriz a cambio de aprobar, durante el ejercicio de su mandato, numerosos incentivos fiscales en favor de esa industria. Pero también incluye denuncias sobre supuestas maniobras que Lula habría hecho para favorecer a la empresa sueca Saab en un concurso para la compra de 36 cazabombarderos en la que también participaban la francesa Dassault y la estadounidense Boeing y que finalmente se decantó en favor de la firma del país nórdico. efe