AFP
CURITIBA - BRASIL
El interrogatorio del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), de 71 años, empezó poco después de las 14.00 locales y concluyó después de las 19.00. La ciudad de Curitiba vivió una jornada de tensiones, con miles de partidarios de Lula en sus calles y un fuerte despliegue de seguridad.
Al llegar al tribunal el ex sindicalista y cofundador del Partido de los Trabajadores (PT), vestido de traje oscuro y corbata con los colores de Brasil, saludó a los manifestantes, que coreaban: "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!”.
La policía vedó el acceso a quienes no tuviesen que ver con el proceso, e incluso a los residentes de esta zona de Curitiba, denominada ya la “capital de la Operación Lava Jato”, por el nombre de la investigación que desveló una red de sobornos pagados por constructoras a políticos y partidos para obtener licitaciones en la estatal Petrobras.
NIEGA LOS CARGOS. El ex presidente negó las acusaciones de corrupción durante un interrogatorio y denunció un ensañamiento judicial, en un mitin posterior junto a miles de simpatizantes. “Están viendo a alguien que está siendo masacrado”, aseguró Lula en un multitudinario acto posterior a su interrogatorio. “No quiero ser juzgado por interpretaciones, quiero ser juzgado por pruebas”, agregó el ex mandatario. Moro busca determinar si Lula es propietario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá, en São Paulo, que habría recibido de la constructora OAS a cambio de ventajas indebidas dentro del megafraude a Petrobras. “Nunca solicité y nunca recibí ese apartamento”, manifestó Lula en el interrogatorio, según los videos liberados tras la audiencia. La sentencia debería conocerse en un plazo de 45 a 60 días, aunque algunos analistas apuntan que podría ser en apenas un mes. El expediente, conocido como el “apartamento de Guarujá”, es una de las cinco acusaciones que hasta el momento pesan contra Lula por corrupción pasiva, lavado de dinero, tráfico de influencias y obstrucción a la justicia. De acuerdo con las leyes brasileñas, Lula no podría postularse a las elecciones de 2018 si una condena es ratificada en segunda instancia.