Por Cristian Cantero
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Sonriente y de buen ánimo, Luis Ángel González Macchi no oculta su satisfacción por la decisión del Tribunal de Apelación que lo absolvió. En la lujosa mansión, construida con la fortuna “heredada”, se confiesa y señala que siempre confió en la Justicia a la que se sometió desde que dejó la presidencia de la República.
–¿Cómo se siente ahora que se conoce el fallo del tribunal?
–La verdad es que yo siempre creí en la Justicia. Será porque mi conciencia también está muy limpia. En estos dos casos más grandes; en el de los 16 millones de dólares jamás pensé que la primera instancia me iba a dar 6 años, y este tampoco, por el asunto de procedimiento. Así como confirmó la Cámara de Segunda Instancia, feneció el término para condenarme.
–También se presentaron muchas chicanas...
–Creo que así como la ley me da la posibilidad de que busque mi garantía, mi seguridad, y que los jueces se inhiban de tal o cual abogado que uno pone, yo no puedo saber. No hice ninguna chicana, porque si hubiera querido, habría reclamado mi senaduría vitalicia en primer lugar. Creo que la Constitución dice que los ex presidentes tienen derecho a solicitar la senaduría vitalicia y tener una banca después de terminar su mandato. Pero eso iba a iniciar una nueva discusión política sobre si fui o no electo legítimamente. Entonces, directamente me sometí a la Justicia paraguaya. Creí en la Justicia, estoy acá y hasta ahora me está dando la razón.
–Sin embargo, el fallo se basa en cuestiones de forma, dice que expiró la causa, no que usted es inocente.
–Yo opino que es al revés. Si hubieran estudiado a fondo la cuestión en primera instancia, se hubiera determinado que mi riqueza no empezó en el 99. En este país la gente de Asunción, Villeta, Guarambaré, Villa Oliva, Villa Franca, algunos amigos personales de mi padre, conocidos de mi abuela saben que la riqueza de mi familia no empieza porque yo llegué a la presidencia de la República. Eso es demostrable.
–¿De dónde sacaron tanto dinero para tener cuentas en el exterior? La gente duda que sea todo fruto de la herencia.
–Mi padre enviudó en el 82 y después se volvió a casar y le dejó a la esposa una estancia de 3.600 hectáreas con aproximadamente 2.500 animales en Villa Franca y eso todo el mundo sabe. Y si a la señora que vivió con él 20 años le dejó eso, a sus hijos nos dejó una estancia de 16.000 hectáreas con más de 5.000 animales. Está todo demostrado.
–Para la opinión pública, el fallo es el triunfo de la impunidad. ¿Qué opina usted?
–Depende a qué se llama impunidad. Yo considero que hay impunidad si alguien no se deja ni siquiera investigar. A mí, sin embargo, se me investigó, están todas las pruebas, los testigos. No sólo a mí, sino también se investigó a mi señora, los bienes de mis hermanos, de mis hijos.
–Para la mayoría de la población, su Gobierno fue uno de los peores y el más corrupto.
–Ya sé... No digo que tuve un excelente gobierno. No puedo decir eso porque en lo económico, en lo social no pudimos lograr todo lo que quisimos. Nuestra intención era pacificar el país y planteamos una unidad de criterio, un gobierno de unidad nacional, algo que nunca antes tuvo el país; después el Partido Liberal se retiró. Pero, ¿cuáles son los hechos de corrupción de mi gobierno? ¿El pago que hizo Copaco del honorario al escribano Fernández Zaván? El escribano fue sobreseído, a mi también me sobreseyeron. Ahora, en el tema de los 16 millones de dólares que yo supuestamente envié, insistí e incité a que se vaya, mi hermano también fue sobreseído ya después de mi presidencia. Yo no toqué ningún fondo, tampoco firmé algún decreto para que se deposite dinero de IPS a los bancos como otros hicieron.
–¿Se sintió traicionado?
–No tanto, más bien olvidado, ya que el paraguayo generalmente es muy solidario. Sobre todo yo esperaba que mi partido o por lo menos la Junta de Gobierno se acerque, pero tampoco busqué eso.
“La medida es indignante”
De indignante calificó el abogado Jorge Seall Sasiain la medida concedida en favor del ex presidente de la República, Luis González Macchi, condenado a 8 años de prisión, que fue anulada por un Tribunal de Apelación.
“Esta situación demuestra que nuestra Justicia hace agua por todos lados. Este caso es realmente irritante y es un baldazo de agua fría que recibe la ciudadanía honesta, en donde no nos damos cuenta de que nuestra Justicia no ha mejorado sino claramente empeorado”, comenzó diciendo Seall.
El entrevistado señaló además que los involucrados en la liberación del ex mandatario deberían sentir vergüenza por el fraude que cometieron y, por ende, la Justicia pierde credibilidad, cuando sus brazos ejecutores actúan de esta manera.
Por último, el abogado señaló que hechos de esta naturaleza son una bofetada para los paraguayos. “Francamente la actitud tomada por los magistrados de segunda instancia es intolerable y permitirá el enriquecimiento a partir del Estado que tenemos”.
Pero hay que felicitar a los jueces que condenaron a prisión a González Machi, remarcó el profesional del derecho.
La frase
Todo el mundo se convierte en “ista” cuando llega al gobierno; sea wasmosista o nicanorista. Pero yo tengo otro concepto y no estoy con la digitación. Es un mal presagio para el Partido Colorado. Un partido que se crea democrático no puede estar digitando un candidato.