Ocupó su lugar el elegido como vicepresidente primero, Jorge Oviedo Matto, del Unace, ex titular del Senado.
Después de que supuestamente el ex obispo haya estado en su despacho firmando algunos documentos, que es lo que trascendió, al final se borró y luego se dio a conocer un justificativo de ausencia.
Llamativamente para las 8.30 de ayer tenía marcada una consulta médica, según lo que se indica en la nota dirigida al plenario y que lleva estampada su firma.
En principio surgieron algunos rumores de descompensación que luego se fueron descartando, incluso por los propios allegados de Lugo.
Pero sin duda la especulación más fuerte que fue ratificada incluso por referentes de la oposición es que el mismo no se animó a dirigir la sesión, cuyo único objetivo era blanquear las actas de elección de mesa directiva, y cambios en el Jurado y el Consejo.
Hugo Richer, del Frente Guasu, salió en defensa de su líder, y alegó que no se presentaría a especulaciones.
“Se fue a un control. Él ya dijo antes que tenía esa fecha marcada. Eso que está circulando por ahí es, es, es...”, dijo sin terminar la frase.
Consultado en qué sanatorio se habría ido el ex obispo, mencionó que aparentemente es el Migone, y que su doctor es Jorge Querey.
Alegó que no le preguntó detalles a Lugo, y que el mismo dijo que tenía consulta.
“No voy a entrar en ese tipo de especulaciones”, insistió Richer, ante la consulta de que el cuestionamiento de la disidencia y la oposición es que Lugo no quiso enfrentar los conflictos en el Senado.
Aparentemente esta actitud se convirtió en una particularidad de Lugo, atendiendo que para el proyecto de enmienda en el que se promovía también su reelección dijo estar en contra, pero todo Frente Guasu votó a favor.
El ex obispo también fue el gran ausente en esas dos ocasiones en que se reunieron en la bancada el 28 y el 30 de marzo pasado cuando modificaron el reglamento y aprobaron la enmienda.