El volcán de Fuego, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital de Guatemala, produjo 9 explosiones -7 débiles y 2 moderadas- que generaron una columna de ceniza a unos 4.700 metros de altura que se dispersa en dirección sur a una distancia de 10 kilómetros.
En la vigilancia, el ente científico también documentó pulsos incandescente a 100 metros de altura sobre el cráter que generaron avalanchas “débiles y moderadas” en las barrancas Ceniza y Taniluya.
El coloso, de 3.763 metros de altura y situado entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, registró 16 erupciones en 2016, y en lo que va de año solo una el pasado enero.
Por su parte, el volcán Santiaguito de Guatemala, ubicado en el departamento de Quetzaltenango, generó 10 explosiones débiles y moderadas que elevaron una columna de ceniza gris a 3.300 metros de altura que se dispersa hacia el oeste.
Además tiene una desgasificación constante de color blanco a una altura de 2.800 metros que se desplaza hacia el oeste.
Otro de los volcanes en constante actividad, el Pacaya, presenta una desgasificación de color blanco y azul de 3.100 metros de altura, un tremor interno asociado al ascenso de magma y gases que por la noche generan pulsos incandescentes a unos 25 metros de altura.
Fuego y Santiaguito, junto al Pacaya, de unos 2.252 metros de altura y ubicado en el departamento de Escuintla, son los tres volcanes más activos de los 32 que tiene el país centroamericano.