El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) indicó hoy, en un boletín diario, que el volcán de Fuego, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital de Guatemala, tiene además una fumarola débil de color blanco a una altura de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar que se desplaza hacia el oeste, sur y suroeste.
Las explosiones expulsan una columna de ceniza de color gris y de unos 4.500 metros de altura que se dispersa a unos 8 kilómetros en dirección oeste, sur y suroeste por la dirección del viento.
Además, el coloso, de 3.763 metros de altura y situado entre los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, que ha registrado hasta 16 erupciones en 2016, tiene un pulso incandescente a 100 metros sobre el cráter que genera avalanchas moderadas y fuertes y retumbos débiles.
Por su parte, el volcán Santiaguito de Guatemala, ubicado en el departamento de Quetzaltenango, mantiene activa en el domo una desgasificación de color blanco de unos 3.000 metros de altura que se dispersa hacia el suroeste.
Esta situación ya ha provocado la caída de ceniza en terrenos montañosos aledaños, como la finca La Florida y la parcela Monte Claro.
Otro de los volcanes en constante actividad, el Pacaya, presenta una fumarola débil de color blanco y explosiones también débiles de color azul, además de un tremor interno asociado a la desgasificación que en horas de la noche ha generado una incandescencia en el cráter principal.
Fuego y Santiaguito, junto al Pacaya, de unos 2.252 metros de altura y ubicado en el departamento de Escuintla, son los tres volcanes más activos de los 32 que tiene el país centroamericano.