Los restos fueron encontrados de forma casual el pasado 6 de enero por unos obreros que realizaban una excavación en una obra en la localidad de Paso de Patria, en la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, próxima a la frontera con Argentina.
Goiburú señaló que existen testimonios de familiares de desaparecidos durante la dictadura argentina en la zona cercana al lugar del hallazgo que apuntan a la posibilidad de que sus allegados fueran trasladados a Paraguay para ser enterrados de forma clandestina.
El director de Reparación detalló que esta hipótesis le fue comunicada de forma telefónica por periodistas de la provincia argentina de Chaco, limítrofe con el departamento paraguayo de Ñeembucú, al que pertenece el lugar donde se encontraron los huesos.
Las autoridades estudian ahora la validez de estos testimonios, para lo cual han requerido la presencia de un fiscal argentino de la provincia de Chaco, que estaría incorporándose a la investigación en Asunción en la próxima semana.
Goiburú afirmó que la Fiscalía paraguaya no descarta ampliar las excavaciones a un radio de unos 100 metros cuadrados desde el lugar donde se produjo el hallazgo fortuito de los huesos, para esclarecer si se realizaron más enterramientos en la zona.
“Que haya cuerpos de desaparecidos en la dictadura argentina enterrados en Paraguay no sería excepcional dentro de las barbaridades del plan Cóndor”, aseguró Goiburú.
Con ello se refería al operativo de coordinación instaurado por las dictaduras del Cono Sur en las décadas de 1970 y 1980, que incluyó a Argentina y Paraguay.
Se estima que durante la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989), un total de 425 personas fueron ejecutadas o desaparecieron, según datos de la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ), que investigó los crímenes y abusos cometidos en este período.
En tanto, la última dictadura militar argentina dejó al menos 30.000 desaparecidos según las cifras que manejan organismos de derechos humanos.
