Las autoridades locales no comunicaron que se hubieran producido heridos, aunque sí daños materiales, ya que los atacantes destrozaron la oficina de primer registro del campo, que alberga a 650 migrantes y tiene espacio para 350 más.
Al mismo tiempo las mismas fuentes especularon con que la causa de este incidente es que los refugiados quieran llamar la atención sobre su situación coincidiendo con la llegada en los próximos días de voluntarios que les ofrecerán asistencia médica.
El jueves por la noche se desplazó a la isla un pelotón de policías antidisturbios.