25 abr. 2024

Los mismos tontos de siempre

Por Benjamín Fernández Bogado – www.benjaminfernandezbogado.wordpress.com

Benjamin Fernandez

El debate sobre los impuestos es clave en la construcción de cualquier democracia. Los tributos determinan el grado de confianza de los contribuyentes en el Estado administrador y en la manera como este usa los recursos de todos para beneficio del país. Esto en Paraguay tiene como siempre sus bemoles.

Aquí tenemos un Estado cada vez más endeudado que no tiene capacidad para implementar los proyectos de inversión, donde el titular de Hacienda y varios otros altos funcionarios se autoadjudican sobresueldos, gastos de representación, triple aguinaldo y pueden estar en 4 lugares al mismo tiempo haciendo cosas diferentes y teniendo un salario que jamás en el sector privado ganarían. Además de eso, como no les alcanza para cumplir con los compromisos, afirman sueltos de cuerpo que los que siempre pagan... deben pagar más. Están provocando al pueblo a una reacción en contra, de imprevisibles consecuencias. Parten de la teoría equivocada de creer que los mandantes siguen siendo los mismos tontos de siempre.

Ahora que sabemos cuántos son, qué hacen y lo que cobran, la ciudadanía tiene por fin conciencia del perfil y la realidad del Estado y de sus funcionarios.

Por eso se rebelan muchos ciudadanos y no están dispuestos a financiar más planilleros, caseros, amantes, familiares y otros de igual calaña. Los tiempos económicos son duros y requieren ajustes para todos, pero parece que el Estado solo pretende que sigamos contribuyendo los mismos tontos de siempre para la recurrente joda del pésimo y corrupto gasto público.

El MOPC no tiene capacidad de usar los créditos que recibe ni gente y menos vergüenza en asumir su incompetencia, pero sin embargo le siguen dando dinero de empréstitos, cuyos intereses pagamos religiosamente sin tener un metro realizado de la obra. Le dieron dinero para el metrobús y está justificando el dato de que en Paraguay, desde el momento que otorgan el crédito hasta que se realiza el proyecto, puede pasar más de mil días, pero... pagando intereses sin prórroga alguna. Los que no pagan impuestos como deberían afirman que es mejor no hacerlo porque finalmente el Estado es corrupto e incompetente y no merece un solo guaraní más. Tienen razón, pero estos que evitaron el 10% de impuestos sobre las ganancias de la soja son tan paraguayos como nosotros. Respiran el mismo aire, transitan por las mismas rutas, se benefician o perjudican de los mismos policías o médicos, pero son los vivos. Nosotros: los tontos de siempre. Un amigo tiene una idea genial: que los eternos vyro (tontos) que tributan al mismo Estado ladrón, caradura y corrupto dejen de pagar unos 10 años y que ingresen a la financiación del parásito los que nunca lo hicieron. Es como dejarles en el banco a los vyro sempiternos para que ingresen los vivos de siempre. No es mala idea, aunque estos últimos tienen más capacidad de cabildeo y poder para evitar esa acción absolutamente justa.

Hay que arreglar el desastre del Estado paraguayo. Ahorrar todos los recursos posibles, hacerlo eficaz y honesto para después incrementar los impuestos a los mismos tontos de siempre. Ver si un médico trabaja en un solo hospital y no cobra en cuatro puede ser un buen comienzo. De lo contrario, declaramos so’o nomás y que los impuestos y tasas los paguen los mismos vyro que circulan por la calle 22 de Setiembre y José Asunción Flores, donde el bache está a punto de tragar a los miles de contribuyentes que transitan por dicha arteria. Ni por márketing hacen lo que deben... qué será por otras razones.

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