También fue Ramírez Zambonini quien firmó la resolución de nombramiento de la pareja del fiscal que lo investigó por corrupción. El aval de la incorporación contó con el acuerdo de sus mismos colegas de hoy, María Elena Wapenka y Jaime Bestard (actual presidente el TSJE).
La responsable de la firma del contrato de alquileres es la ex administradora Liliana Gneiting y, casualmente, Monserrat inició sus tareas en la Justicia Electoral, en la dependencia de la directora.
“A mí me mandaron de la Dirección General de Administración y Finanzas, estaba primero con Liliana”, sostuvo Modesto Núñez, superintendente suspendido en el cargo, en el marco del proceso por planillerismo que está en manos de la Fiscalía.
Los jugosos beneficios que cobra Monserrat, como sus viáticos, horas extras y demás bonificaciones, se generan precisamente en la administración, que estaba a cargo de Gneiting.
Núñez se ratificó: “No firmé ninguna orden de trabajo para Monserrat; ella hace los sumarios en planta baja de mi dependencia”. Sin embargo, la pareja del fiscal percibe un millonario salario gracias a sus viajes de trabajo generados en la administración de Gneiting.
Según fuentes, de la misma manera como hicieron con el asesor español, Lino Valencia Montes, el ex secretario vip de Gneiting, de nombre Pedro Calonga, generaba las órdenes de trabajo sin que firme el jefe de Monserrat y de esta forma se ejecutaban los millonarios pagos.
Calonga “recibía a la gente que iba”, junto a Gneiting, según confirmó él mismo. Sin embargo, por esa tarea cobraba G. 27 millones al mes, como si fuera un ministro del Poder Ejecutivo.
“Los viáticos se pueden pagar sin que yo sepa”, aseveró Núñez en defensa de su postura, de que nunca mandó por trabajo a ningún lado a Monserrat.
En el TSJE, oficialmente negaron información y alegan que “los informes serán remitidos a la Fiscalía”. La fiscala Susy Riquelme tiene a su cargo el caso.