Las notificaciones se produjeron tan sólo un día después de que Carrie Lam, la favorita de Pekín, fuera elegida jefa del Ejecutivo de Hong Kong en unas restrictivas elecciones muy criticadas por grupos prodemocracia.
Wong, uno de los propulsores de las protestas, señaló hoy a Efe que los activistas, de los que no ofreció el nombre, serán arrestados y auguró que “la persecución política contra activistas estudiantiles continuará”.
Según medios locales, al menos ocho activistas y legisladores prodemocráticos han sido informados de que serán procesados, entre ellos, líderes de las protestas como el profesor Benny Tai, Chan Kin-man y el reverendo Chu Yiu-ming, del movimiento “Occupy”.
También han recibido llamadas de la policía Tommy Cheung Sau-yin y Chung Yiu-wa, exmiembros de la Federación de Estudiantes universitarios de Hong Kong, uno de los grupos que movilizó a la ciudadanía en 2014.
Además, Raphael Wong Ho-ming, vicepresidente de la Liga de Socialdemócratas, informó en su página de Facebook de que también ha sido acusado, junto a los legisladores Tanya Chan y Shiu Ka-chun.
Shiu, que participó activamente en las sentadas callejeras, dijo a la radio y televisión pública de Hong Kong (RTHK) que la policía le había dicho que iba a ser juzgado y que se presentará en las dependencias policiales con dinero para poder cubrir una posible fianza.
Al parecer, los activistas y legisladores son acusados de alteración del orden público.
La notificación policial llega un día después de que la nueva jefa de Gobierno prometiera “curar la división social” y defender los intereses de Hong Kong frente a Pekín, una vez tome posesión del cargo el 1 de julio.
“Hong Kong sufre una división bastante grave y ha acumulado mucha frustración. Mi prioridad será curar la brecha, aliviar la frustración y unir a nuestra sociedad para avanzar”, señaló ayer Lam, consciente de que su elección, favorecida por la influencia de Pekín en las votaciones, no cuenta con la aprobación popular.
Lam fue precisamente quien ejerció de interlocutora entre el Gobierno y los líderes de las protestas durante los intentos de diálogo que surgieron a lo largo de los casi tres meses de movilizaciones.
La “Revolución de los Paraguas” surgió precisamente como crítica al sistema electoral para designar al jefe del Gobierno de Hong Kong y concluyó sin haber conseguido ningún avance democrático para la isla.
