20 abr. 2024

Los extremos se encuentran

Benjamin Fernandez

Por Benjamín Fernández Bogado – www.benjaminfernandezbogado.wordpress.com

La reunificación alemana supuso varios renunciamientos, entre ellos quizás el más importante fue canjear la justicia por la amnesia. O al menos el recuerdo sin consecuencias. La memoria está contenida en los archivos de la Stasi, “la espada y el escudo” del régimen comunista de la República Democrática Alemana (RDA), que duró 40 años y que finalmente se derrumbó con el muro el 9 de noviembre de 1989.

Sus archivos alcanzan más de cien kilómetros, mantener el centro cuesta más de 100 millones de euros anuales, pero nada se puede hacer contra quienes espiaron la vida de cada uno de los más de 15 millones de habitantes de ese pedazo de la Alemania dividida.

Ellos –los torturadores y asesinos– estaban regidos por las leyes de la RDA que no prohibían dichas acciones y, por lo tanto, se pasean libres, presentan textos y memorias e incluso gritan a voz en cuello “que eran felices y que lo sabían”. Claro: ellos... el politburó dominante con un tremendo parecido a Stroessner. No en balde este tenía un padre que provenía de estos mismos lares.

Aquí, en Berlín, hay insatisfacción aunque creen que solo el tiempo podrá hacer olvidar el mundo en el que vivieron por más de 40 años.

Era una policía tan hábil como el Departamento de Investigaciones de Paraguay que no se dio cuenta de que venía un cambio dramático.

Se habían acostumbrado al poder y a las buenas noticias.

Lo que vino como consecuencia en aquel histórico e inolvidable 1989 es también el reconocimiento de la condición humana: débil y frágil y, fundamentalmente, con instituciones incapaces de hacer frente a las peores formas de degradación humanas.

En esta tierra del filósofo Kant, que habló tan profundamente sobre la responsabilidad, no pudieron –ya pueden imaginarse en países tan jóvenes y débiles como el nuestro, donde no se puede aún discriminar entre lo propio y lo ajeno cuando de las cosas públicas se trata–.

En Paraguay se persiguió con saña al comunismo al punto que Stroessner era un paladín en su contra; pero mirando en perspectiva y luego de observar los métodos de la Stasi diría que quien asesoró al tirano tropical eran los agentes de la temida policía alemana de la RDA. Sus cárceles, sus métodos, sus modelos de escuchas, su forma de extorsionar y chantajear... son absolutamente iguales.

Las consecuencias también. Los extremos de izquierda y de derecha se parecen tanto que es difícil distinguirlos en sus prácticas. Sus discursos, intercambiando un par de palabras repetidas, eran los mismos.

La búsqueda del equilibrio o la armonía tan destacada en las filosofías orientales puede ser un buen comienzo para construir instituciones sólidas al servicio de la gente. La ausencia de ellas, llevan al fascismo, dictadura, totalitarismo y miedo.

La gran tarea de la democracia paraguaya es hacer que ellas reflejen las máximas aspiraciones de la gente y que los administradores ocasionales deben saber que son inquilinos al servicio de un mejor futuro para todos.

Tanto dolor e inquina nos deberían llevar a pensar en ese compromiso si no queremos repetir la misma historia, cuyos resultados los conocemos tanto alemanes del Este como paraguayos.

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