Las debilidades de la institucionalidad tributaria hacen que, según diferentes cálculos, exista una evasión de alrededor del 50%. Un reciente informe internacional realizado por la organización Global Financial Integrity ubica a Paraguay como uno de los países del mundo del que salen grandes flujos de capital de manera ilícita.
Esta situación afecta de manera directa al fisco, ya que socava las bases impositivas por diferentes vías. La salida de estos recursos son de manera ilícita pues una parte importante debiera pagar impuestos y no lo hace. A través de la planificación tributaria, los evasores utilizan mecanismos para disminuir sus obligaciones con el Estado, restando fondos necesarios para el financiamiento de la política pública.
La fuga de capitales afecta por una segunda vía al sistema tributario. Los fondos son recursos que el país necesita para aumentar su inversión. Si estos se quedaran, no sería necesario recurrir a la inversión extranjera directa.
La atracción de estos capitales en Paraguay se da por medio de incentivos tributarios. Es decir, si el país quiere recibir capitales externos, a través de múltiples regímenes contributivos, el Estado exonera tributos. Este mecanismo también resta recursos para políticas muy necesarias como las de educación, salud, protección social, vivienda, áreas en las que Paraguay se encuentra muy rezagado con respecto a los países vecinos.
Paraguay no cuenta con evaluaciones serias acerca del impacto positivo de las inversiones beneficiadas con estos privilegios fiscales. Se supone que debieran contribuir con empleos decentes, transferencia tecnológica y producción. Sin embargo, no hay datos al respecto. La información con la que sí contamos gracias al reciente informe internacional es el fuerte monto de dinero que dejamos de cobrar en impuestos.
Pero, además, el impacto de la existencia de estos flujos no solo es económico. La planificación tributaria para evadir y la salida ilícita de los recursos implican conductas por fuera de la ley tanto del sector privado como de empleados públicos, lo cual debilita la institucionalidad del Estado.
No es un problema menor el señalado por el referido estudio. Paraguay es pequeño y con grandes brechas con el resto de los países latinoamericanos. Por un lado, requiere recaudar impuestos para financiar su desarrollo y, por otro, requiere capitales externos para expandir su infraestructura.
Los flujos ilícitos impactan negativamente en ambos objetivos, por lo que el Ministerio de Hacienda y otras instituciones deben tomar las medidas necesarias para reducir la fuga de estos capitales y los impuestos que se pierden. El combate a la evasión y a la elusión de los grandes contribuyentes contribuirá a aumentar la recaudación así como la eficiencia tributaria.