Un barco militar, el Dewey, pasó “a menos de 12 millas náuticas” del arrecife Mischief –llamado Yongshu en chino–, anunció un responsable estadounidense.
Ese islote forma parte del archipiélago de las Spratly, en el mar de China Meridional, un mar que Pekín reivindica en su casi totalidad, incluso zonas muy próximas a las costas de numerosos países del sudeste asiático.
La operación estaba destinada a demostrar la “libertad de navegación” en esas disputadas aguas, añadió este responsable estadounidense. Se trata de la primera acción de este tipo bajo la administración del presidente Trump.
El límite de las 12 millas náuticas (22 km) tiene un valor simbólico: Es el ancho máximo de las aguas territoriales de un país, según la Convención de Naciones Unidas sobre el derecho marítimo.
Al penetrar en esta zona, Washington ignora de hecho las pretensiones chinas sobre el arrecife de Mischief.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, expresó en una comparecencia ante la prensa “el fuerte descontento y la fuerte oposición” de China tras esta acción de la marina de EEUU.
Según el portavoz chino, su marina “identificó el buque estadounidense conforme a la ley y le ordenó salir”. La acción de la marina de EEUU “comprometió la soberanía y la seguridad” de China y podría haber provocado accidentes navales o aéreos, advirtió Lu.
La soberanía de China en el archipiélago de las Spratly y las aguas adyacentes es “indiscutible”, aseguró el portavoz. AFP