AFP
WASHINGTON - EEUU
Con su poder congelado en Washington y tras haber perdido este año varias carreras en el Congreso, los demócratas luchan por elaborar estrategias ganadoras que transformen la desilusión que genera el presidente Donald Trump en una victoria en las elecciones legislativas de 2018.
El partido presentó a unos candidatos “diferentes” en las cuatro elecciones de los últimos meses: en Montana concurrió un vaquero poeta y en Georgia se la jugaron por un novato. Pero los republicanos frenaron todos sus avances, condenando a los legisladores demócratas, estrategas y funcionarios del partido a repetirse la misma pregunta: ¿cómo dar vuelta a este resultado para retomar el Congreso el próximo año?
“Definitivamente se están lamiendo las heridas”, dijo Kerwin Swint, profesor y jefe del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Kennesaw (Georgia).
El debate entre los demócratas ha girado entorno a si apostar todo a una agenda nacional anti-Trump o delinear tácticas individuales para los problemas económicos locales, en un intento por reparar las desgastadas conexiones entre el Partido Demócrata y el votante común.
DISCURSO ECONÓMICO. Los comicios del 20 de junio de Georgia demostraron “la eficacia de la resistencia de Trump en el poder”, a pesar de los escándalos que rodean a la Casa Blanca, señaló Swint. “Los demócratas no deberían concentrar sus campañas en él, deberían hacerlas sobre el empleo”, agregó. “Necesitan un discurso mucho más económico”. Zac Petkanas, quien dirigió la operación de respuesta rápida de Hillary Clinton durante la campaña presidencial de 2016, opinó que los republicanos no deberían ver sus cuatro victorias en el Congreso como una señal de que todo está bien. En un ambiente político normal, las elecciones en Georgia, Kansas, Montana y Carolina del Sur –celebradas para llenar los puestos dejados por congresistas que se unieron al gabinete de Trump– serían simples trámites para los republicanos dado su pasado en esos estados, dijo Petkanas en una entrevista telefónica.
Pero todos los triunfos estuvieron dentro del margen de siete puntos porcentuales.
Trump y legisladores republicanos han alardeado de las victorias, “pero creo que en privado están muy asustados”, afirmó. “Están en las carreras de sus vidas, y lo saben”.
“Oportunidad única”. Mientras los demócratas tratan de reagruparse, están atrapados por una omisión flagrante: ningún protagonista claro del partido ha surgido como potencial rival de Trump en 2020.
A falta de aspirante, algunos demócratas han comenzado a pedir a la líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ícono de la jerarquía del partido, que dé un paso atrás para que permitir que se renueve el liderazgo. “No creo que la gente de Washington se esté dando cuenta de lo tóxica que es la marca del Partido Demócrata en gran parte del país”, declaró a CNN el congresista Tim Ryan, quien desafió sin éxito a Pelosi el año pasado, tras la derrota de Georgia.