Para el analista, los datos que hablan del costo para acceder a un menú de cargos electorales “son fidedignos y demostrables” y aseguró que los propios diputados admiten que una banca, según el departamento, tiene su valor monetario.
Dijo que una banca puede costar de 300.000 a 400.000 dólares, si no es más, y que el costo depende de cuántos curules ostente un partido político determinado.
Mencionó que para ser senador el valor monetario sube y puede llegar a 400.000 o 500.000 dólares, desde las internas partidarias.
Puso de ejemplo que en el Partido Colorado hubo quien pagó hasta 2 millones de dólares para obtener un lugar “entrable” en la nómina oficial de candidatos. Una vez que los candidatos llegan a las elecciones generales, son los partidos los que solventan las campañas, añadió.
Para Acevedo, las campañas electorales en la actualidad convirtieron al candidato “en aparatos electorales que no se mueven sin combustible, tal es así que la estructura que predomina es la de la compra de votos, y aún hasta los votos convencidos se venden”.
Dijo que en un movimiento por fuera de los partidos ANR y PLRA, las bancas igualmente cuestan entre 300.000 y 500.000 dólares como mínimo.
Señaló que, por su parte, una campaña presidencial se eleva a 10 millones de dólares, cifra desde la cual recién se puede pensar en hacer una campaña exitosa.
“El sistema está para la perversión política del cargo. No está en el liderazgo ni en tu programa. En síntesis, si no tenés recursos no podés llegar”, remarcó.
los más fuertes. Acevedo dijo que debido a la falta de control de la financiación política, aquellos que dominan los sectores internos partidarios tienden a ser incluso más fuertes que la organización política misma.
Sus líderes se quedan “atornillados” a sus cargos puesto que son a ellos a los que se financia su campaña, analizó.
Dijo que un parlamentario puede ganar en total en 5 años en el Congreso unos 400.000 dólares, “suma que no puede alcanzar para hacer frente a la deuda de su campaña”.
Indicó que, por lo tanto, el representante debe hacer un trabajo paralelo al de legislar, que puede ser legal o “ilegal”, para generar recursos y afrontar así su deuda de campaña.
Mencionó que esta situación es la que da paso a que grupos fácticos del crimen organizado busquen aliados en el poder y generalmente los encuentra en las agrupaciones políticas.