“Tenemos mucho miedo para salir, por nuestras familias. Hace diez años que trabajo arriba de un camión y no recuerdo tanta situación de inseguridad”, acotó.
Por su parte, Ramón Martínez apuntó que solo queda ir en grupo de varios camiones a ciertos parajes del interior, abandonados por la inseguridad. “Venimos de madrugada a los frigoríficos y hasta ahí incluso nos persiguen los ladrones; no podemos quedarnos mucho tiempo ni en los surtidores ni llevar armas porque nos prohíbe la Policía Nacional”, lamentó.
Las rutas en mal estado también contribuyen para que los delincuentes tengan éxito, según relató, al tiempo de agregar que se encuentran en un momento muy complicado.