REUTERS, EFE y AFP
CATANIA - ITALIA
La cifra de muertos del naufragio del domingo frente a las costas de Libia aún no está clara, pero muy probablemente se trató del más grave en tiempos modernos entre los inmigrantes que intentan cruzar el Mediterráneo en frágiles embarcaciones.
Funcionarios italianos aseguraron que había al menos 700 personas a bordo, al parecer algunos de ellos encerrados en la bodega. Un sobreviviente de Bangladesh dijo a la policía que había 950 pasajeros, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La tragedia se produce días después de otro naufragio en el que podrían haber muerto otras 400 personas.
Cientos de kilómetros al este, los guardacostas intentaban salvar a los inmigrantes de otra embarcación, que quedó destruida tras encallar en la isla griega de Rodas, dejando al menos tres muertos.
Las imágenes de la televisión mostraron a los sobrevivientes agarrados de los restos flotantes del naufragio, mientras los socorristas les sacaban del mar. Unas 90 personas se salvaron.
EMERGENCIA. La OIM informó que otras tres embarcaciones habían emitido señales de emergencia durante la jornada de ayer.
Al menos 1.500 inmigrantes han muerto este año intentando cruzar el Mediterráneo, en camino de superar por mucho las 3.200 personas que la OIM calcula que perecieron el año anterior.
La OIM cree que en lo que va de año unas 21.000 personas hicieron el viaje, comparadas con las 26.000 hasta abril de 2014, pero con una mortalidad 15 veces mayor hasta el momento.
En la capital de Malta, La Valeta, los guardacostas llevaron a tierra firme los 24 cadáveres hallados hasta el momento. Vestidos con trajes protectores, sacaron los cuerpos en bolsas plásticas del barco italiano Gregoretti y los depositaron en autos fúnebres mientras los sobrevivientes miraban desde la cubierta.
Las 28 personas rescatadas hasta el momento serán llevadas en el mismo barco al puerto de Catania, en Sicilia.
Los políticos europeos han sido duramente criticados por grupos de ayuda humanitaria y pro derechos humanos, que les acusan de abandonarlos en un intento de rebajar el sentimiento antiinmigrante que se extiende entre sus electorados locales.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo ayer a los medios que su país y sus socios europeos debían incrementar los esfuerzos para evitar que los emigrantes se ahoguen en el mar.
Europa debe primero aumentar su lucha contra los traficantes de personas y luego trabajar para superar las causas de la emigración, dijo Merkel.
“En tercer lugar, y este es el más importante, haremos todo lo posible para evitar que más víctimas mueran de la manera más terrible en nuestra puerta del Mediterráneo”, afirmó.